
El el terreno del cine contemporáneo, hay ocasiones en que las fórmulas tradicionales para clasificar una película terminan por no ser del todo sencillas o simples. En los anales de la historia del cine suele ubicarse como géneros matriciales al documental y la ficción, señalándose que en las figuras de los hermanos Lumiere están las bases en las formas básicas de contar historias, pero que sería con Meliès cuando el cine de acercaría a lo fantástico y con ello todo lo que catapultaría al cine de ficción como un género que sostiene mayormente a la industria.

Llegados al hoy, se habla del agotamiento de los géneros convencionales, para abrir un menú de posibilidades que permiten seguir el itinerario de una narrativa fílmica que, en muchas ocasiones, antepone el oficio y la concepción que sobre la obra hace su director; de allí que la propuesta de Lauro Zavala de proponer conceptos como clásico, moderno y posmoderno (una suerte de sufijo que acompaña al término género para poder analizar los filmes), puede ser un recurso o dispositivo pertinente frente al cine contemporáneo.
En ese contexto, la película
El Hoyo (Gastelú-Urrutia, 2020) bien vale la pena acercase a ella, provistos de otros lentes como de un puñado de referencias que permitan dilucidar, diseccionar una propuesta que se presentan como interesante en su planteamiento temático, pero sobre todo en su puesta en escena.
Ya
El Cubo (Natali, Barbarash y Sekula, 1992) había abordado una temática similar al poner a interactuar a un conjunto de personajes que no saben como han llegado a ese espacio poliedrico que se transforma en cada nivel, acechando y exterminando a quien muestra flaquezas o descuidos; lo que más tarde replantearía la cinta española
La habitación de Fermat (Piedrahita y Sopeña, 2007), al reunir a un puñado de matemáticos brillantes, para resolver un acertijo matemático, antes que la habitación donde se encuentran encerrados los aplaste.
La película de Gastelú-Urrutia resulta compleja al tratar de definir el género al que pertenece, por lo que de entrada pueden identificarse algunos elementos ligados al
thriller psicológico pero también al subgénero
die hard (expresión que se inspira en la película del mismo nombre con el protagónico de Bruce Willi, y cuya trama se desarrolla mayormente en un edificio), es la historia de una
sui generis cárcel a donde van lo mismo condenados por "X" razón, que aquellos que por voluntad quieren experimentar y vivir allí para buscar algún tipo de beneficio.
Sin embargo, la premisa arriba descrita, es lo de menos, lo importante es la atmósfera, el tono, el tratamiento de cada personaje, la contundencia de muchos de sus diálogos, como los recursos de que se vale el realizador para apuntar una analogía crítica en torno a la sociedad de consumo, liberal e individualista que caracteriza al mundo contemporáneo.
A partir de estas ideas, en esta ocasión te propone:
- Analizar la película, desde tu propia visión, para lo cual deberás hacer tu análisis, apoyado en el empleo de un lenguaje propio de los temas y actividades que hemos visto en clases.
- El texto debe anidarse como comentario en este blog, mismo que no debe ser mayor a las 700 palabras.
- Igual que se ha hecho antes, la actividad inicia en EMINUS como plataforma de lanzamiento, por lo que allá debes dejar una huella.