jueves, 2 de mayo de 2024

 

Cafarnaúm (2018)

La película libanesa "Cafarnaúm", dirigida por Nadine Labaki en 2018, ofrece una poderosa reflexión sobre la pobreza y cómo afecta a los grupos más vulnerables, especialmente a los niños. A través del lente del modelo narrativo, podemos entender mejor cómo se desarrolla esta historia impactante.



El modelo narrativo de "Cafarnaúm" se caracteriza por una estructura narrativa no lineal que entrelaza el pasado y el presente del protagonista, Zain, un niño de doce años que vive en las calles de Beirut. La película comienza con Zain siendo llevado ante un tribunal acusado de apuñalar a alguien. Desde aquí, retrocedemos en el tiempo para descubrir cómo llegó a esta situación desesperada. Es una estructura fragmentada que refleja la caótica realidad de la vida en las calles a través del uso de flashbacks y saltos temporales para revelar gradualmente la historia de Zain, creándonos una sensación de angustia y tensión que nos mantiene atentos a la pantalla.

La pobreza es el eje central de la película, y se presenta como un patrón que atrapa a las personas en circunstancias desesperadas. Zain es un niño que ha crecido en un entorno de extrema pobreza, donde la falta de recursos básicos, la violencia doméstica y la negligencia son esos patrones que se repiten constantemente. Esta realidad lo lleva a tomar decisiones extremas para sobrevivir, como huir de su casa y vivir en la calle.


En su obra "El cine de la marginalidad: realismo sucio y violencia urbana", Christian León explora la representación de la pobreza, la violencia y la exclusión social en el cine latinoamericano. A través de un análisis crítico, León identifica el surgimiento de un nuevo cine que emerge de las periferias urbanas y que retrata, sin tapujos, la cruda realidad de los sectores más marginados de la sociedad.

La película Cafarnaúm, se relaciona perfectamente a esta corriente a la que se refiere el autor del "realismo sucio". León describe en su libro cómo el "realismo sucio" se caracteriza por el uso narrativo de una estética cruda y realista, que busca capturar la esencia de la vida en las zonas marginadas de la sociedad. Esta estética se refleja en Cafarnaúm en la utilización de cámara en mano, la iluminación natural y la ausencia de filtros o embellecimientos. La película no busca mostrar la pobreza de forma pintoresca o romantizada, sino que la presenta en toda su crudeza y desolación.

Los personajes protagónicos, especialmente Zain, son víctimas de un sistema injusto que los empuja al borde de la supervivencia. Zain es un niño valiente y decidido, pero también vulnerable y lleno de dolor por las injusticias que ha sufrido. Su lucha por la supervivencia y su búsqueda de justicia lo convierten en un personaje humano y conmovedor.



Uno de los aspectos narrativos más impactantes para mí es su enfoque en la experiencia sensorial de Zain. El director nos sumerge en el mundo claustrofóbico y peligroso en el que vive Zain. Escenas como la huida de Zain de su casa y su lucha por sobrevivir en las calles, su esfuerzo por encontrar comida y refugio, o la desesperación que siente por proteger a sus seres queridos, están llenas de tensión y angustia, permitiéndonos experimentar de primera mano los desafíos que enfrenta.

La película utiliza imágenes impactantes, como las calles abarrotadas de basura y la falta de acceso a servicios básicos, para transmitir la desesperación y la desigualdad que enfrentan los personajes. Estos elementos visuales sirven como metáfora de un sistema social roto que perpetúa la pobreza y la marginalización. Además, la elección del título "Cafarnaúm", una referencia bíblica a un lugar desolado subraya la naturaleza de la vida en las calles. Estos símbolos refuerzan el mensaje central de la película sobre la urgencia de abordar la pobreza y la injusticia social.



Cafarnaúm es una película impactante que ofrece una poderosa reflexión sobre la pobreza y la injusticia social. A través del modelo narrativo, podemos apreciar cómo el director utiliza una estructura fragmentada y una narrativa cruda para sumergirnos en la experiencia de sus personajes. Esta película nos recuerda la importancia de la empatía, de escuchar las voces de los marginados y de trabajar juntos para construir un mundo más justo y compasivo.

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