Por: Giselle Maldonado González.
Estados Unidos, a lo largo de la historia, se ha visto involucrado en gran cantidad de conflictos políticos y armados en donde, si bien, no en todos es protagonista, en muchos tiene gran peso y presencia. Uno de los tantos, fue después de la caída del dictador Fulgencio Batista ocasionada por la revolución cubana en 1959, que tensó las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, al llegar Fidel Castro al poder; pues éste decidió nacionalizar la mayoría de las empresas estadounidenses, como la telefónica o las producciones azucareras. Como respuesta, Washington rompió relaciones diplomáticas en 1961 e impulsó un bloqueo económico que afectó a las exportaciones azucareras (fundamentales para la economía cubana). Esto, orilló al gobierno castrista a estrechar relaciones con la Unión Soviética, convirtiéndose así en su principal socio comercial.
En el contexto de lo que se vivía en ese momento durante la Guerra Fría, Estados Unidos vio esta alianza como una amenaza a su seguridad nacional, así que, con el objetivo de recuperar intereses económicos y evitar el avance del comunismo, el Gobierno de Dwight Eisenhower (Presidente no. 34 de EUA) ordenó a la CIA llevar a cabo de manera secreta, el derrocamiento de Castro para después establecer un gobierno provisional. De esta manera, la CIA, empezó a reclutar y a entrenar a exiliados cubanos anticastristas formando así, la Brigada 2506.
La estrategia norteamericana consistía en que los soldados anticastristas invadieran la isla, y con el esperado apoyo de la población, organizarían una resistencia que derrocaría a Castro. Cosa que no pasó, pues 1,200 hombres de la brigada 2506 desembarcaron en la Bahía Cochinos y al momento fueron detectados y atacados por las fuerzas castristas, haciendo que la brigada no resistiera y fallara tal misión.
Estados Unidos trató de mantener el secreto, negando su participación en la invasión, pero al poco tiempo fueron descubiertos. En 2011, la CIA desveló documentos clasificados en donde mencionan que preveían el fracaso de la misión desde un inicio.
En el siguiente link podrás leer más sobre la invasión de Bahía Cochinos: https://www.bbc.com/mundo/resources/idt-b3e123dd-b5ae-4c62-8d43-9fd15bfef127
Este evento histórico, no es el primero, ni el último en donde la CIA se ve involucrada en operaciones secretas con fines políticos, tal como lo fue en la crisis de los rehenes en Íran en 1979, en el cual, un grupo de iraníes tomó como rehenes a 66 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses; hecho, que inspira la película de la que hablaremos hoy: Argo.
Argo (2012) es una película del género de drama histórico (obra ambientada en un período de tiempo pasado que incluye ficción histórica) dirigida y protagonizada por Ben Affleck, el cuál personifica a Tony Mendez, agente de la CIA, que tiene como misión extraditar de manera secretar a 6 refugiados estadounidenses que se encuentran atrapados en Irán. Éste, en un intento de crear un plan de rescate viable para llevar a cabo la misión, se le ocurre la idea de fingir el rodaje de una película de ciencia ficción en Irán, y bajo este pretexto, otorgarle a cada uno de los rehenes un papel de camuflaje relacionado a la producción de una película.
Para nada es secreto, que Estados Unidos (y otros países) han realizado numerosos planes encubiertos para llegar a un objetivo político o social que le permita obtener beneficios o resultados que abonen a lo que buscan lograr.
Hablando de una dimensión ideológica, puedo decir que Hollywood rara vez no resalta el patriotismo y nacionalismo arraigado en sus películas de acción o trama bélico; La bandera estadounidense ondeando con el atardecer de fondo, soldados orgullosos de lo que hacen, el presidente con la cara en alto hablando, discursos de defender a tu gente sin importar si dañas a otras, el sueño americano, etc, etc, etc. Y esto lo podemos ver en otras películas como lo es en American Sniper (2014) o en 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi (2016) en donde, a pesar de que ambas películas están basadas en hechos reales, “pintan” la historia desde un punto de vista muy “Estados Unidos de América = el gran salvador del mundo”. Y aunque efectivamente Argo se basa en cómo la CIA logra retirar a los 6 refugiados de Irán de manera exitosa, no dudo que la película no fuera grabada bajo esos ojos de Estados Unidos el mejor país.
Sin embargo, de manera personal, este fenómeno, no me dificulta ver películas que están grabadas bajo ese eslogan; pues al ya identificarlas, solo me dejo llevar y disfrutarla de manera meramente visual y narrativa, sin compaginar tanto con el punto de vista norteamericano. Aunque admito y entiendo porqué hay tantas personas que hasta cierto punto glorifican y admiran a las fuerzas armadas de Estados Unidos; pues Hollywood se ha encargado de mostrarnos y contarnos la historia tal y como ellos quieren, cosa de la cual, están libres, pues bajo el argumento de “es una película de acción” puedes hacer y deshacer a tu gusto, a diferencia de un documental.
La película Argo es de mi agrado, volvería a verla sin duda alguna y seguramente sentiría la misma tensión y frustración que sentí al verla en el salón de clases. Dejo el link del trailer esperando que despierte el interés de los lectores y se animen a verla:
Gissel:
ResponderEliminarDesafortunadamente, veo que buena parte de sus párrafos están sombreados lo que dificultad la lectura y ensucia el trabajo. Sugiero mejor escribir directamente en el blog.
Fuera de esto, sin duda se ha cumplido con cada criterio. Es interesante la forma en que describe parte de la política exterior norteamericana y los conflictos en donde ha participado. Lo que lleva a dimensionar el tipo de narrativa que se reconoce en la película, pues el componente político e ideológico, hace que la complejidad de un conflicto, se reduzca a un thriller político muy cargado hacia un lado.
Saludos