"El Aura"

 Por: Lilia Magdalena Marañón Rosas 

Después de su primer gran éxito con “9 reinas”, Fabián Bielinsky, nos trae “el aura”, película filmada en 2004 en Argentina, protagonizada por Ricardo Darín.

Tomando en cuenta el gran éxito que tuvo “9 reinas”, el público tenía muchas expectativas y exigencias respecto a esta película, por lo que Bielinsky se tomó su tiempo para asimilar y crear una película que estuviera a la misma altura que su antecesora. 

El aura nos narra la historia de un taxidermista epiléptico, quien se encuentra obsesionado con el crimen perfecto, el cual realiza un viaje con su amigo en donde se le presenta la oportunidad y gracias a sus habilidades termina metido en un robo a un casino.

La película cuenta con una paleta de colores fría la cual en conjunto con las transiciones le otorga un ambiente hostil, misterioso y melancólico que nos ayuda a acercarnos más al personaje y a su forma de ver la vida.

Por lo que, la narración de la película se encuentra enfocada en el personaje del taxidermista, ya que, a través de él vemos cómo la historia se va desarrollando, e incluso podemos observar más allá de lo real, por ejemplo, cuando nos habla sobre el robo al banco, en donde vemos la recreación de lo que nos cuenta. 

Otro de los aspectos en cuanto a la narración, fue el inicio y cierre de la película, en los cuales se observa al personaje realizando su trabajo de taxidermia, en estas escenas podemos descubrir aspectos de su personalidad y su vida, así como también, vemos como después de su viaje parece que no cambió nada en él. 

Lo que nos lleva al título, el aura, el cual hace referencia al momento por el que pasa antes de sus ataques de epilepsia, en el cual el actor nos dice que son momentos en donde se abre una puerta y deja pasar cosas. 

Pienso que el viaje fue la representación del aura, un escape a una situación que él ansiaba tener, pues después de lo sucedido vuelve a su vida normal, tal y como se encontraba antes. 

Puesto que, el personaje llevaba una vida monótona, en donde solo era observador de lo que sucedía y nunca se atrevía a llevar a cabo algo más allá de sus pensamientos. 

Como nos menciona Bielinsky, “es una película sobre el mirar, sobre ser espectador, sobre lo que significa ser espectador, ser un anónimo, como este personaje que no tiene nombre y como, de un modo anónimo, puede meterse en una historia que no es de él.”